En el borde de un inmenso bosque
vivía un pobre y desafortunado molinero con sus tres hijos.
Luego de una larga agonía, repartió
su herencia: al mayor le dio el molino, al del medio un asno y al menor un
gatito poco agraciado.
Tras pasar unos meses el hijo menor
al ver al gato inútil, siempre reposando en algún rincón; se propuso ponerlo en
actividad.
Le empezó a dar clases de zapateo
americano, al ver que el gato no tenía
dificultad para hacerlo se le ocurrió comprarle unas botitas, a las cuales las
adorno con chapitas. Al verlo que progreso y demostraba habilidades, lo llevo a
varios casting. Para que pueda competir o participar en alguna coreografía.
Fue a cinco cating y en todos
reboto. El amo y el gatito desanimados
dejaron de lado las botas.
Al cabo de un tiempo el amo tuvo la
idea de salir por las ferias con el gato bailarín. Al principio al no ser
conocido la gente se burlaba de él. Pero sin importarle esto y al querer el
bienestar de su amo, bailaba sin parar un momento.
Estando en la feria del pueblo paso
un señor muy adinerado, lo invito a participar de una fiesta en su casona. El
gato y su amo aceptaron sin problemas.
Y fue allí que estando un famoso
productor de cine le propuso bailar en su obra. El amo feliz por las
habilidades y progreso de su gatito. Le dio permiso para que viajara por el
país y sea el más famoso del condado.
En agradecimiento el gatito
construyó una casa cerca del pueblo donde su amo nació y cada vez que su rutina
artística lo permite se acerca a visitarlo.
CUENTO REALIZADO EN EL MARCO DEL CURSO DE CAPACITACIÓN DEL CIIE DE
PILAR - DICTADO POR MARCELO BIANCHI BUSTOS
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